Control, más control (1996)
Compinche, hoy estabas duro, le dice al oído, Oswaldo Guillén a Wilson Álvarez., luego de su cuarta salida primaveral, ante los Yanquis de Nueva York aquí en Sarasota. Había un dejo de broma en el tono de Guillén. Pero también seriedad, porque minutos antes, el zurdo había repartido nueve ponches en apenas cinco entradas. Seis de ellos con el tercer strike cantado. “Lo mejor no fueron los ponches”, dijo sin embargo el as de la rotación de abridores de los Medias Blancas de Chicago. “Lo mejor fue que no regalé bases por bolas. El descontrol fue mi mayor problema el año pasado. Por eso estoy tan satisfecho con lo que acabo de hacer”. En medio de su labor, Álvarez aisló seis imparables y la única carrera de Nueva York fue sucia. Y conste que los Yanquis disponían en su alineación del veterano Tim Raines, el hábil dominicano Tony Fernández, y el prometedor novato panameño Rubén Rivera. “El problema de mi descontrol, no es tanto mecánico como mental”, explica Wils...